Todos sabemos que una de las tareas más difíciles de ser padres es conseguir que los niños coman de manera saludable. Muchas veces, aunque hayas conseguido que a tus hijos les guste una verdura puede que al poco tiempo decidan que ya no le gusta y tengas que volver a empezar de nuevo a enseñarles.

Se trata de una realidad que sufren casi todas las familias, pero no se trata de una misión imposible. Gracias a la gran variedad de verduras con las que contamos, los niños podrán escoger aquellas que más les gusten y comenzar poco a poco a introducirlas en su alimentación.

Algunos tips para conseguir que tus hijos coman verduras

• Sirve raciones pequeñas. Al haber tanta variedad de verduras podrás ir combinando aquellas que más les gustan con las nuevas o con las que menos les agradan. Echa poca cantidad de las que no le gustan para que les sea más fácil comerlas. Recuerda que estamos intentando conseguir que coma verduras a largo plazo y por ello la cantidad en este momento no es tan importante.
• Mantente firme. La persistencia puede resultar ser la mejor estrategia para conseguir que los niños coman verduras. Es complicado seguir sirviéndole las verduras que no le gustan después de que nos hayan dicho que no más de 5 veces, pero a veces es necesario.
• Establece unas normas. Es importante establecer las normas que mejor funcionen en tu familia: si recompensar o no con un postre cuando comen verduras, si darles solo a probarlo en lugar de prepararles un plato para ellos, si combinar las verduras con alguno de sus platos favoritos… Cada familia debe escoger su método y seguirlo hasta el final.
• Sirve las verduras de otra forma. Darles a nuestros hijos un plato de verduras solas puede que no sea suficientemente apetitoso para ellos, por lo que podemos servirlas como acompañamiento de otros platos que si sean de su agrado. Además, existen multitud de recetas con verduras, solo necesitaras un libro de recetas vegetarianas que te ayude a inspirarte. Otra buena opción son los batidos o zumos para empezar, aunque luego siempre es bueno conseguir que se coman las verduras de forma sólida. La forma en que cortes las verduras o las pongas en el plato (formando figuras, caras sonrientes…) puede ayudar en gran medida a que se las quieran comer.
• Haz que participe. Cuando los niños van al supermercado contigo o te ayudan a preparar la comida son más propensos a probar esa comida ya que se habitúan y tienen mayor conocimiento sobre ella.
• Sírveles de ejemplo. Tienes que darles ejemplo a tus hijos y mostrarles que tú también comes verduras, porque sino de nada servirá decirle que están muy ricas. Pero ten en cuenta que no todos tenemos los mismos gustos, y que a ti te guste un tipo de verdura no significa que a tu hijo le tenga que encantar.

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